Si lees este artículo hasta el final conocerás 7 consejos prácticos de Carl Rogers, con algunos ejemplos. Estos te ayudarán a mejorar tus habilidades como psicólogo, coach, líder y formador.
Al final tendrás más claridad y herramientas para ayudar a tus pacientes y estudiantes a desarrollar una mayor autoconciencia y autoaceptación, así como a fomentar su crecimiento y cambio personal, con base a los principios de la Terapia Centrada en la Persona del psicólogo Carl Rogers.
Carl Rogers es uno de nuestros mentores referentes en la comunidad de eqmentores.com, debido a su trabajo investigativo y técnicas útiles para generar cambios potentes en la vida de las personas.
¿Quién fue Carl Rogers?
Carl Rogers fue un psicólogo estadounidense que nació en 1902 y falleció en 1987. Es uno de los principales representantes de la psicología humanista, una escuela o corriente psicológica que resalta la importancia de la persona como un ser humano moral con tendencia a la actualización e integración, valorando su capacidad de realización y crecimiento personal.
Rogers fue un psicólogo muy influyente en su época y su trabajo se extendió a lo largo de más de 40 años. Entre sus principales contribuciones se encuentra la terapia centrada en la persona. Hasta entonces las terapias dominantes eran de corte directivo, ya que se derivaban del enfoque médico donde el psicólogo, al igual que el doctor en medicina, era el que tenía el conocimiento y decía al paciente lo que debía hacer.
“Terapia No Directiva significa generar un ambiente adecuado para que el potencial se desarrolle de manera espontanea y natural”
Es por esto que Rogers plantea una forma de terapia no directiva, ganándose muchos opositores en su época, ya que enfatiza en los tres pilares de su abordaje terapéutico para generar cambios profundos en las personas; la importancia de la empatía, la autenticidad y la aceptación incondicional en la relación terapéutica. También es conocido por sus investigaciones sobre la personalidad y la psicoterapia, en las que destacó la importancia de la autodeterminación, la autoestima y el autoconcepto.
Roger nos da a entender que la relación entre psicólogo y paciente, ya es en sí misma terapéutica, ya que esta funciona el campo de cultivo o plataforma para generar el cambio personal.
Aunque su trabajo fue muy extenso y profundo y a veces, puede parecer un poco denso y técnico, podemos entenderlo de una manera más sencilla y amigable en su libro «El proceso de convertirse en persona». En él, Rogers relata de manera accesible y cercana su propio proceso de aprendizaje y crecimiento personal, y presenta sus ideas sobre la importancia de la autenticidad, la empatía y la aceptación incondicional en nuestras relaciones con los demás y con nosotros mismos.
Rogers también fue un activista social y defensor de los derechos humanos, lo que le llevó a participar en diversos proyectos y movimientos sociales a lo largo de su vida.
A continuación, te presento 7 consejos prácticos basados en las principales ideas de Rogers para mejorar tus habilidades como psicólogo, coach, líder o formador:
1. Escucha con una mente abierta
Rogers creía que la mente abierta y la curiosidad son fundamentales para el crecimiento y el aprendizaje. Como mentor puedes poner en práctica esta técnica al practicar la escucha activa y tratar de escuchar al otro sin prejuicios o suposiciones previas.
En psicoterapia, escuchar sin prejuicios o suposiciones previas es esencial para crear un ambiente seguro y de confianza para el paciente. Por ejemplo, imagina que un paciente o estudiante se acerca a ti para pedirte orientación porque ha estado experimentando una sensación de tristeza constante en las últimas semanas.
Tú como terapeuta podrías elegir escuchar sin prejuicios o suposiciones previas y, en lugar de hacer preguntas como «¿Por qué te estás sintiendo triste?», “¿Por qué no te sientes agradecido por todo lo que tienes?”. Podría preguntarle algo más neutral como «¿Cómo te has sentido en general en las últimas semanas?».
Como terapeuta también podrías evitar hacer suposiciones sobre la causa de la tristeza del paciente, como asumir que se debe a un evento específico en su vida. En su lugar, podría permitir que el paciente se exprese y describa su experiencia de manera más detallada con una pregunta como “¿Me quieres contar qué te pasó esta semana?”, lo cual te ayudaría a entender mejor lo que el paciente está pasando sin juzgarlo o tratar de encajarlo en una categoría preconcebida.
2. Practica la empatía
Aunque en la práctica a veces se nos puede olvidar, según Rogers, la empatía es fundamental para establecer una conexión emocional con el otro y una relación terapéutica positiva, auténtica y productiva. Trata en todo momento de ponerte en el lugar del otro para entender sus emociones, sentimientos y significados.
Por ejemplo, imagina que un paciente o estudiante ha sufrido una pérdida significativa en su vida recientemente y está experimentando sentimientos de tristeza, ansiedad y desesperanza. Tú podrías poner en práctica la empatía diciendo algo como: «Puedo entender que estés experimentando mucho dolor y tristeza en este momento. La pérdida es un proceso difícil y doloroso, y es normal sentirse así en estas circunstancias».
Podría tratar de conectar con las emociones del paciente, preguntando “¿Cómo te sientes en ese momento?” y ¿Quieres hablarme de tus sentimientos?”. De esta manera, le demuestras que estás escuchando y comprendiendo los sentimientos, lo que puede ayudar a crear una relación terapéutica sólida y confiable.
3. Acepta y valora a la persona
Rogers creía que la aceptación incondicional y la valoración positiva de la persona son esenciales para su crecimiento y desarrollo. Aprende a valorar a las personas por quienes son, en lugar de juzgarlas por sus acciones o comportamientos. Aceptar incondicionalmente a la persona en terapia significa mostrarle al paciente que se le acepta y valora sin importar sus pensamientos, sentimientos o comportamientos.
Por ejemplo, imagina que un paciente o un estudiante está luchando con problemas de adicción y se siente avergonzado y culpable. Tú podrías demostrarle una aceptación incondicional diciendo algo como: «Quiero que sepas que te acepto y valoro como persona, independientemente de tus comportamientos pasados o presentes. Comprendo que la adicción puede ser una lucha difícil y yo estoy aquí para ayudarte a superarla».
Al decirle lo anterior, estás evitando juzgarlo por sus acciones y debilidades, en lugar de eso, te estás centrando en la persona y no en su enfermedad. Podrías decir algo como «En lugar de centrarnos en el pasado, ¿Qué te parece si hablamos sobre cómo podemos trabajar juntos para superar esta adicción?».
4. Fomenta la autenticidad
La autenticidad es un valor central en la terapia de Rogers. La autenticidad es lo contrario a ponernos máscaras para aparentar lo que no somos. Cuando eres vulnerable con el otro, la otra persona siente la necesidad natural de ser vulnerable contigo. Trata de ser honesto y transparente en lo que dices y haces. Si no sabes algo o presentas sentimientos negativos, puedes decirlo tranquilamente. En este punto no hay mucho que explicar. Tu misión simplemente es construir un ambiente y una relación basada en la transparencia y la confianza.
5. Practica la congruencia
La congruencia es la coincidencia entre lo que uno piensa, siente y hace. Practica la coherencia entre tus palabras y acciones, y fomenta la congruencia en cada una de tus relaciones.
La congruencia en terapia se refiere a la habilidad del terapeuta de ser auténtico y consistente en su comportamiento y comunicación con el paciente. Por ejemplo, imagina que un paciente o estudiante está hablando sobre un problema emocional y tú notas que tu lenguaje corporal indica que estás incómodo o distraído. En lugar de intentar ocultar o negar tus sentimientos, podrías ser congruente al decirle algo como: «Noté que mi atención se desvió por un momento. Me disculpo si eso lo hizo sentir ignorado. ¿Podrías hablar más sobre lo que está sintiendo ahora mismo?»
De esta manera, estás siendo auténtico y mostrando que estás dispuesto a reconocer tus limitaciones y errores. Al hacerlo, la persona puede sentirse más cómodo y confiado en la relación, sabiendo que está trabajando con un mentor genuino y honesto.
6. Sé flexible y adaptable
Rogers creía que el terapeuta debe ser capaz de adaptarse a las necesidades y deseos de la persona con la que trabaja. Practica la flexibilidad y adapta tu enfoque y técnicas según las necesidades y expectativas de cada persona.
7. Fomenta la autodeterminación
La autodeterminación es una idea central en la terapia de Rogers. Trata de fomentar la autonomía y la toma de decisiones en las personas que acompañas. Permite que el otro dirija su propio proceso de cambio. Recuerda que, al igual que un parto, tú estás allí para acompañar, guiar y facilitar el desarrollo natural del potencial latente del otro.
Espero que estos consejos te sean útiles a la hora de acompañar a otros en su proceso de superación de situaciones difíciles y su proceso de desarrollo personal.
Finalmente haz un seguimiento regular. Evalúa su progreso, determina si se están logrando los objetivos del tratamiento y dales retroalimentación permanente de los resultados alcanzados hasta el momento. Esto le hará sentirse motivado y le hará ser consciente de los ajustes que necesita hacer. De esta manera te estarás asegurando de que estás proporcionando el mejor tratamiento posible.
En resumen
La Terapia Centrada en la Persona de Carl Rogers tiene como objetivo ayudar a las personas a desarrollar una mayor autoconciencia y autoaceptación, así como a fomentar su crecimiento y cambio personal.
Según su modelo e ideas esto puede lograrse al edificar unas bases sólidas en la relación terapéutica que incluyan una escucha activa con una mente abierta, una gran empatía hacia el otro para aceptalo y valorarlo a la persona, fomentando su autenticidad y congruencia y siendo flexible y adaptable a los diferentes cambios que puedan surgir dentro del proceso.
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¡Espero que tengas un excelente día!
Creación y Redacción: Rubén Echavarría
Revisión y SEO: Aleja Ordóñez
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